Choreado alevosamente de:
http://lacienciamaldita.blogspot.com/
por qué Lula es mucho más inteligente que los K - (ppi)
Porque:
-Lula entiende que el camino para ayudar a la industria es con políticas puntuales y no con un tipo de cambio alto.
-Lula entiende que para tener un país líder hay que focalizarse donde se tiene ventajas comparativas como lo hace con: el etanol, la minería, el petroleo y la siderúrgica, entre otras.
-Lula entiende que Brasil tiene ventajas comparativas en el sector agroindustrial y en vez de exprimirlos con impuestos los apoya con políticas proactivas de crédito para aumentar la productividad.
-Lula entiende que se debe focalizar en desarrollar la industria de valor agregado como lo hace con la aeronáutica, para luego venderle aviones al resto.
-Lula entiende que para tener un crecimiento sostenido de largo plazo hay que hacer inversiones en materia energética, de transporte y de logística.
-Lula entiende que para tener un crecimiento sostenido de largo plazo hay que tener un banco estatal en serio, que ayude a promover los distintos sectores de la economía y no a comprar papelitos que emite el Central, como en el caso Argentino.
-Lula tiene la capacidad de aceptar que algunas cosas no fucionan, como el caso educación, pero al menos tiene la genial idea de destinar a la educación parte de los beneficios del megayacimiento que descubrieron frente a San Pablo. De paso, pregunto, ¿no hubiese estado bueno hacer eso con las retenciones?
-Lula entiende que la educación es una condicion necesaria (pero no suficiente) para achicar la brecha entre ricos y pobres. De esto creo que están de acuerdo desde los heterodoxos más talibanes hasta lo ortodoxos más talibanes.
-Lula entiende que el desarrollo tecnológico es clave para el crecimiento, por eso busca know-how, como lo ha hecho con la Unión Europea para el desarrollo de la industria plástica y de electrodomesticos, entre tantas otras. Mientras Brasil firma acuerdos tecnológicos, nosotros firmamos acuerdos de cooperación espacial con Colombia para que tengan como objetivo final desarrollar productos de alto valor agregado para la sociedad. (¿¡¿¡?!?!).
-Lula entiende que sin inversión extranjera no va a ningún lado, por eso está permanentemente firmando convenios de cooperación internacional como lo hizo con: Alemania (país con el que más tratados de cooperación tiene), España, Estados Unidos, China, Japón, entre tantos otros...
-Lula sabe que es parte del famoso BRIC y aprovecha esa oportunidad para captar la atención.
-Lula (Brasil en este caso) tiene un plan de largo plazo por cada sector productivo, un plan para cada una de las funciones del Estado, un proyecto de país. Recomiendo pasarse por la pagina del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior.
-Lula entendió que la mejor manera de salvarse de la inflación era dejando apreciar el Real.Podemos discutir eternamente si lo que hace está bien o mal, pero lo que nunca podremos decir es que no sabe el rumbo que quiere.En conclusión, Lula sabe diferenciar entre crecimiento y desarrollo, dos conceptos que nuestra presidenta y su marido parecen confundir a diario.
El del 0.33%
por qué Lula es mucho más inteligente que los K - (ppi)
Porque:
-Lula entiende que el camino para ayudar a la industria es con políticas puntuales y no con un tipo de cambio alto.
-Lula entiende que para tener un país líder hay que focalizarse donde se tiene ventajas comparativas como lo hace con: el etanol, la minería, el petroleo y la siderúrgica, entre otras.
-Lula entiende que Brasil tiene ventajas comparativas en el sector agroindustrial y en vez de exprimirlos con impuestos los apoya con políticas proactivas de crédito para aumentar la productividad.
-Lula entiende que se debe focalizar en desarrollar la industria de valor agregado como lo hace con la aeronáutica, para luego venderle aviones al resto.
-Lula entiende que para tener un crecimiento sostenido de largo plazo hay que hacer inversiones en materia energética, de transporte y de logística.
-Lula entiende que para tener un crecimiento sostenido de largo plazo hay que tener un banco estatal en serio, que ayude a promover los distintos sectores de la economía y no a comprar papelitos que emite el Central, como en el caso Argentino.
-Lula tiene la capacidad de aceptar que algunas cosas no fucionan, como el caso educación, pero al menos tiene la genial idea de destinar a la educación parte de los beneficios del megayacimiento que descubrieron frente a San Pablo. De paso, pregunto, ¿no hubiese estado bueno hacer eso con las retenciones?
-Lula entiende que la educación es una condicion necesaria (pero no suficiente) para achicar la brecha entre ricos y pobres. De esto creo que están de acuerdo desde los heterodoxos más talibanes hasta lo ortodoxos más talibanes.
-Lula entiende que el desarrollo tecnológico es clave para el crecimiento, por eso busca know-how, como lo ha hecho con la Unión Europea para el desarrollo de la industria plástica y de electrodomesticos, entre tantas otras. Mientras Brasil firma acuerdos tecnológicos, nosotros firmamos acuerdos de cooperación espacial con Colombia para que tengan como objetivo final desarrollar productos de alto valor agregado para la sociedad. (¿¡¿¡?!?!).
-Lula entiende que sin inversión extranjera no va a ningún lado, por eso está permanentemente firmando convenios de cooperación internacional como lo hizo con: Alemania (país con el que más tratados de cooperación tiene), España, Estados Unidos, China, Japón, entre tantos otros...
-Lula sabe que es parte del famoso BRIC y aprovecha esa oportunidad para captar la atención.
-Lula (Brasil en este caso) tiene un plan de largo plazo por cada sector productivo, un plan para cada una de las funciones del Estado, un proyecto de país. Recomiendo pasarse por la pagina del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior.
-Lula entendió que la mejor manera de salvarse de la inflación era dejando apreciar el Real.Podemos discutir eternamente si lo que hace está bien o mal, pero lo que nunca podremos decir es que no sabe el rumbo que quiere.En conclusión, Lula sabe diferenciar entre crecimiento y desarrollo, dos conceptos que nuestra presidenta y su marido parecen confundir a diario.
El del 0.33%
Acá arranco yo, el de siempre:
El ladriprogresismo psicobolche constructor de relatos, emblemáticamente dirigido por el guanaco patagónico y su reina consorte, se prepara entre bambalinas para huir en cuanto vean la luz verde de largada.
No sería de extrañar, teniendo en cuenta que nadie en el chiquero parece reunir la voluntad para voltearlos, que anden elucubrando algún tipo de “salida” que les permita el exilio dorado.
La consecuencia inmediata, una vez que “el relato” se les agote -si es que no está ya agotado- será que nuevamente nos tocará timbre el cartero con la factura a pagar de la fiesta patagónica.
Todo dentro del marco de impunidad que les venimos tolerando pacientemente a los últimos 300 delincuentes que han pasado por la Casa Rosada ostentando el poder.
Las diferencias notables entre los ladriprogresistas y los estadistas -sindicando a modo de ejemplo a dos presidentes latinoamericanos como Alvaro Uribe y Lula Da Silva- parece ser que mientras los primeros construyen relatos, los segundos construyen escuelas, caminos y futuro para su población.
La inmensa riqueza del chiquero, en este sentido, nos juega en contra.
Y las pruebas al canto: El chiquero tiene algunas virtudes, pues te podés convertir en millonario de la noche a la mañana y si te sabés mover, las posibilidades de ir preso de verdad tienden a cero.
La frase “Si así no lo hiciere, que Dios y La Patria me lo demanden”, suena mas a “Tomá de acá y hace palanca”
No le hemos demandado a NADIE nada. Parece que nuestra vocación religiosa está en primera fila, pues le hemos tercerizado a Dios la responsabildiad de las demandas.
Mientras tanto, la sociedad (¿?) del chiquero, se mantiene prudentemente con el culo contra la pared y tratando de no hacer olas para preservar nuestras misérrimas posiciones, no sea cosa que alguno se avive y nos venga a cobrar a nosotros.
Reina plenamente el “no te metás” y el “salvese quien pueda”, propio de la cubierta del Titanic.
Cualquier proyecto de mediano y largo plazo duerme en el cajón de los recuerdos, porque el riesgo de quedar varado para toda la cosecha es altísimo.
Como toda crisis, la presente no empezó con el reinado patagónico. El chiquero viene sufriendo la descomposición y las frustraciones de décadas. Por ello, no es ingenuo pensar de esta forma, que nuevamente vamos a salir estafados. Todos, en alguna medida, acumulamos algún grado de certeza acerca de que la cosa termina mal.
Ese es el error, no termina.
Terminar significaría un punto de inflexión y que la mano cambie.
Pero no observo que haya vientos de renovación y cambio, de luche y vuelve, paredón – paredón, Patria Sí Colonia No.
Creo que por el contrario, nos aprestamos a revalidarle todos los títulos a los chorros del siglo -o mas bien de la corta historia del chiquero- y dejarlos ir , nuevamente sin responsabilidades.
Creo que las crisis terminan cuando terminan, no cuando uno quiere. Nadie en su sano juicio quiere el caos que de manera inminente se acerca, pero tampoco ninguno de nosotros está haciendo nada para oponerse.
Juego doble contra sencillo que nuevamente privará la impunidad, y que seguiremos rifando el futuro en la lotería, creyendo -magica y estúpidamente- que “alguien” vendrá y nos “salvará”.
Dejar de estupidizarnos con este pensamiento propio de subnormales y dedicarnos a aprender a votar debería ser nuesto norte inmediato.
Hoy, creo que estamos mas pendientes de cualquier otra cosa que de hacernos cargo de resolver nuestros problemas.
El tema es que los problemas te alcanzan, y de tanto barrer basura debajo de la alfombra, un día te tropezás con el bulto y ya no podés hacerte el boludo.
Que se yo, hoy no tengo un buen día, espero -realmente me gustaría- estar equivocado.
No sería de extrañar, teniendo en cuenta que nadie en el chiquero parece reunir la voluntad para voltearlos, que anden elucubrando algún tipo de “salida” que les permita el exilio dorado.
La consecuencia inmediata, una vez que “el relato” se les agote -si es que no está ya agotado- será que nuevamente nos tocará timbre el cartero con la factura a pagar de la fiesta patagónica.
Todo dentro del marco de impunidad que les venimos tolerando pacientemente a los últimos 300 delincuentes que han pasado por la Casa Rosada ostentando el poder.
Las diferencias notables entre los ladriprogresistas y los estadistas -sindicando a modo de ejemplo a dos presidentes latinoamericanos como Alvaro Uribe y Lula Da Silva- parece ser que mientras los primeros construyen relatos, los segundos construyen escuelas, caminos y futuro para su población.
La inmensa riqueza del chiquero, en este sentido, nos juega en contra.
Y las pruebas al canto: El chiquero tiene algunas virtudes, pues te podés convertir en millonario de la noche a la mañana y si te sabés mover, las posibilidades de ir preso de verdad tienden a cero.
La frase “Si así no lo hiciere, que Dios y La Patria me lo demanden”, suena mas a “Tomá de acá y hace palanca”
No le hemos demandado a NADIE nada. Parece que nuestra vocación religiosa está en primera fila, pues le hemos tercerizado a Dios la responsabildiad de las demandas.
Mientras tanto, la sociedad (¿?) del chiquero, se mantiene prudentemente con el culo contra la pared y tratando de no hacer olas para preservar nuestras misérrimas posiciones, no sea cosa que alguno se avive y nos venga a cobrar a nosotros.
Reina plenamente el “no te metás” y el “salvese quien pueda”, propio de la cubierta del Titanic.
Cualquier proyecto de mediano y largo plazo duerme en el cajón de los recuerdos, porque el riesgo de quedar varado para toda la cosecha es altísimo.
Como toda crisis, la presente no empezó con el reinado patagónico. El chiquero viene sufriendo la descomposición y las frustraciones de décadas. Por ello, no es ingenuo pensar de esta forma, que nuevamente vamos a salir estafados. Todos, en alguna medida, acumulamos algún grado de certeza acerca de que la cosa termina mal.
Ese es el error, no termina.
Terminar significaría un punto de inflexión y que la mano cambie.
Pero no observo que haya vientos de renovación y cambio, de luche y vuelve, paredón – paredón, Patria Sí Colonia No.
Creo que por el contrario, nos aprestamos a revalidarle todos los títulos a los chorros del siglo -o mas bien de la corta historia del chiquero- y dejarlos ir , nuevamente sin responsabilidades.
Creo que las crisis terminan cuando terminan, no cuando uno quiere. Nadie en su sano juicio quiere el caos que de manera inminente se acerca, pero tampoco ninguno de nosotros está haciendo nada para oponerse.
Juego doble contra sencillo que nuevamente privará la impunidad, y que seguiremos rifando el futuro en la lotería, creyendo -magica y estúpidamente- que “alguien” vendrá y nos “salvará”.
Dejar de estupidizarnos con este pensamiento propio de subnormales y dedicarnos a aprender a votar debería ser nuesto norte inmediato.
Hoy, creo que estamos mas pendientes de cualquier otra cosa que de hacernos cargo de resolver nuestros problemas.
El tema es que los problemas te alcanzan, y de tanto barrer basura debajo de la alfombra, un día te tropezás con el bulto y ya no podés hacerte el boludo.
Que se yo, hoy no tengo un buen día, espero -realmente me gustaría- estar equivocado.