Una explicación propia, simple y pedorra

¿El capitalismo ha muerto? ¿El primer mundo se derrumba como una burbuja? ¿El psicobolchaje ladriprogresista constructor de relatos tenía razón? ¿Barack Obama se reune en una cumbre con Fidel y Chávez para ver como hacen ellos para gobernar solo con la lengua y los medios de comunicación? ¿O lo llama al Néstor para que le faxee un Plan Fenix? ¿Va a haber corralón en Disney World? ¿Veremos a Hillary Clinton cartoneando con gorro de lana y guantes con los dedos cortados, con changuito de K-mart? ¿Se viene la dolarización asimétrica? ¿El campo se va a arrodillar pidiendo la 125? ¿Vuelve la ex URSS?
Nahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. Boludeces, giladas, sarasa de Fidel Pintos para la gilada local y mundial.
La explicación propia, simple y pedorra que yo le doy es la siguiente:

Cuenta la leyenda que cuando los animales en Africa se “atontan”, es porque se avecina un terremoto de la conchilaló, una inundación tremebunda o un tsunami que hace desaparecer hasta los pajaritos.
De golpe, por un rato, el león deja de comerse a la cebra, el oso hormiguero a las hormigas, la araña a la mosca, el elefante deja de temerle a los ratones y cual si hubiera sonado un sonoro “RAJEEEEMOS” o como decía Melquíades el León, “Huyamos hacia la derecha”, agarran todos para allá a mas no poder, todos rejuntados y enfilando sin mirár atrás, lo mas lejos posible del desastre ecológio inminente.
Los únicos que se quedan como boluditos son los seres humanos, que se quedan con carita de nabos en sus chozas, preguntándose ¿Que le pasa a Simba que anda tan raro? Y ponen a Tinelli.
De golpe, se viene el cataclismo de conchilaló que previeron TODOS los animales excepto los humanos, y no quedan dos piedras juntas en 3000 km2 por, digamos, 170 años.
Endemientras, los animales están allá arriba de la montaña mas alta a la que pudieron llegar, excepto los mas jovatos o enfermos, que quedaron como carne de tsunami.
De un plumazo, sobrevivieron los mas aptos para adaptarse a la crisis.
Ahora bien, y esta viene siendo la conclusión: ¿Que pasa diez minutos después de la tremebunda rajada hacia lugar seguro?
Y, pasa lo de siempre.
El león la empieza a mirar con cariño de nuevo a la cebra y se la morfa, y así sucesivamente en todos los estratos de la cadena alimenticia, volviendo todo a la normalidad.
No cambia para nada la ley natural, excepto ese ratito en que todos prefieren estar rajando a estar masticándose los unos a los otros.
Y vuelve a regir la ley natural en todo su esplendor.

El ladriprogresismo psicobolche constructor de relatos aprovecha estas oportunidades de crisis económicas mundiales para -una vez cada 150 años mas o menos- poder justificar su propia ineptitud con frases:
“Uds. necesitan el Plan B, acá esta todo bárbaro”
“El primer mundo se derrumba como una burbuja”
“El mercado es una poronga y mas los neoliberales”
“Estas son las consecuencias del capitalismo salvaje”
Y miles de frases más que seguiremos escuchando estos días.
Pero de golpe, pasa el tsunami, sobreviven los mas aptos -que AHORA además saben que eso puede pasar y se vuelven MUCHO MAS APTOS- y el mercado, esa cosa que hoy todos apedrean como nos gusta hacer leña con el árbol caído (que en mi opinión no se cayó, solo se tropezo de boludo nomás), te pega una megaculeada vertiginosa de dorapa, se recupera haciendote recordar UNA VEZ MAS que lo que no te mata te fortalece y COLORÍN COLORADO, acá no pasó nada che. Circulen, circulen que no hay nada para ver.
Conclusión mas que pedorra, según San Peperino Pómoro mártir:
Es mucho, pero mucho más difícil que se acabe el capitalismo por la crísis de las hipotecas sub prime que el subte llegue a Primera Junta para que pagues la hipoteca.

N de la R:

Aquellos que piensan que en esta crisis "solo ganaron los especuladores" (argumento psicobolche si los hay), esperen a verlos cuando avizoren que los precios de los activos -tóxicos o no tóxicos- han llegado a su piso, y los verán ganar al entrar nuevamente, comprando a dos mangos lo que a los 15 días valdrá millones, como hicieron Cretina y el Guanaco con los terrenos de El Calafate. No, si ya no quedan boludos.