Retomando la cordura, enfrentando la crisis con madurez

Por ahí leí un comentario de CAMPI que me decía en la entrada anterior (“Proyecto Trava 2009”) que sufría de Cabeza Quemada, síndrome bastante actual dadas las crisis de valores, personales, económicas, sociales y climáticas imperantes, no solo para quien suscribe, sino para toda la humanidad.
Y agregaba que con una buenas vacaciones en la sierra, todo se resolvería.
Pues no, debo decirle estimado/a CAMPI que lo mío es venir a estos lares a hacer catarsis, básicamente para evitar el “Brain burning”. Y teniendo en cuenta que este verano será mas fácil seguir laburando que tomarse vacaciones, por el simple hecho que cuesta un huevo y la mitad del otro, seguiré posteando y PUTEANDO a estos peronachos vándalos del orto que nos desgobiernan hace ya un buen rato.
Dicho esto, a modo de introducción, voy a retomar el carril habitual de lanzar adoquines al Desgobierno del Chiquero.
Estamos escuchando hablar en los últimos días de la ley de blanqueo de Capitales. Yo, y supongo que muchos de Uds., no tengo la capacidad de distinguir un billete “blanco” de uno “negro”, cualquiera sea su origen, esto es, producto de “Evasión impositiva” (delito al que le tengo afecto, por aquello de que “quien roba a un ladrón...”) o de Narcotráfico liso y llano o el negocio más rentable del Desgobierno del Chiquero: CORRUPCION A MANSALVA.
Son dólares, pesos, euros, yenes, todos iguales entre sí. La pregunta es ¿por que joderle la movilidad a la guita, en vez de ir a cazar a los delincuentes? LA GUITA ES GUITA, BLANCA, NEGRA O VERDE. Y si algún ingenuote pobre pelotudo está creído que porque existen leyes que castigan esto (no hay un puto condenando en el chiquero desde que se creó la UNIDAD DE INVESTIGACIONES FINANCIERAS ó UIF), la guita permanece en los sótanos de Osama Bin Laden, de Alfredo Yabrán, envuelta en papel de diario y atada con hilo sisal, se equivocan de cabo a rabo. Esa guita CIRCULA, y a muy buena velocidad. Más rápido que la guita “blanca”.
Entonces, vuelvo al punto. Es al reverendo pedo obstaculizar la movilidad de la guita, EN TANTO Y EN CUANTO NO SE HACE NADA CONTRA EL DELITO QUE ORIGINA LA GUITA.
¿Ejemplos?
¿Cuantos presos hay en el chiquero por defraudación a la ley Penal Tributaria?
¿Cuantos presos hay por lavado de dinero proveniente de narcotráfico?
¿Cuantos vuelos se hacen hoy día en Latinoamérica fumigando campos de Coca?
¿Cuántos kilos de merca “no negociada” (*) se decomisan por día/semana/mes/año?
¿Cuantos kilos de droga se quemaron después de la Operación Langostino?
RESPUESTAS A TODAS LAS PREGUNTAS ANTERIORES: CERO, NO, NINGUNO, NADA.
¿Nos vamos poniendo de acuerdo? Bien. Prosigamos
La puta ley de blanqueo impositivo que nos van a meter por el orto en los próximos días, responde al único motivo de declararse la ley de autoamnistía en vísperas de que llegue el helicóptero. No hay delito, no hay posibilidades de meterlos presos.
En los países serios, vos te afanás una moneda de impuestos, y terminas preso. Recordar a Alphonse Capone y Los Intocables. En cuanto se avivaron que jodía con los impuestos, fué como cuando le cortaban los fideos a Olmedo: SE PUDRIO EL RANCHO.
Pero, como buena caterva de pelotudos que somos, estamos creídos que la ley servirá para atraer capitales (que les cuento, ya están por acá, no entrará un sope nuevo), redistribuir la riqueza -siempre la ajena- y construirnos el relato psicobolche de que el Desgobierno de Peronachos vándalos del orto le pone el pecho a la crisis.
Les anticipo otra cosa. La crisis se terminó. No existe más. Los aspectos económicos de la crisis de los EEUU y Europa ya han sido resueltos. Queda la parte fea, la del desempleo y toda la sarasa, que inexorablemente ocurrirá Urbi et orbi. Pero el Capitalismo NO SOLO NO HA MUERTO, sino que se prepara para demostrarle al mundo una vez más, que “Los muertos que vos matais, gozan de buena salud”.
La población del mundo crece a un ritmo vertiginoso. Eso, son bocas para alimentar, gente para vestir y calzar. No jodamos más con la crisis.
Crisis hubo en la primer y segunda guerra mundial. Puede haberla en Irak hoy día.
Dejemonos de joder con la crisis pedorra, que ya pasó y pongámonos a laburar de verdad. Laburo no falta, sobran excusas para rascarnos las pelotas. Si seguimos los próximos 20 años hablando de la crisis, la vamos a producir realmente.
Y si no tenés laburo, andá a barrer la vereda de tu casa, que al menos te entretiene y contribuís un poco a adecentar la mugre que nos está tapando, gil.
Cazá una brocha y ponete a pintar tu tapera.
Y dediquémonos a la verdadera crisis del chiquero: LA CRISIS POLITICA, DE LA QUE AUN NO HEMOS CONOCIDO LO PEOR. Estos hijos de puta se han creído que el chiquero es de ellos, hay que correrlos con una escoba, lo antes posible che.
También, hay gran parte de la crisis que es meramente psicológica (si no toda), y esto lo hemos vivido todos.
¿Acaso no decimos SIEMPRE que a los Brasileños el dólar les chupa un huevo, que ellos piensan en reales? En el país vecino, se pueden mandar una tremebunda devaluación del 300%, y al brasileño medio no le cambia la vida. Sigue en la playa jugando fulbito y tomando Antarctica fresca.
Bien, prosigamos con ejemplos: Diana, la hermana de mi amigo Fabián, volvía de tour de compras en Miami. La azafata de American Airlines, a los 10 minutos de despegar, avisa por los parlantes que regresaban a Miami por un problema sin consecuencias en uno de los motores, que permanezcan todos sentados y con los cinturones colocados. Se hace un silencio en la cabina, y ... la vida continúa. Para todos, menos para Diana. Resulta que NADIE vio lo que hizo la azafata, excepto Diana, después de dejar el micrófono: SE SENTO, EN ESE ASIENTITO PEDORRO DE LAS AZAFATAS, se persignó y SE PUSO A REZAR. Pregunto, si ves a una azafata, con 700 mil millones de horas de vuelo, pálida y rezando, que pensás? Supongo que una rápida -y buena- conclusión sería “El avión se va al carajo”. Pues bién, nada de eso pasó, pero Diana vivió sus 45 minutos de zozobra, pues esperaba que el avión se partiera al medio en cualquier momento. Ni cerca estuvo. NO PASO NADA.
Si estás en la sala de espera donde operan a tu hijo/a y ves que entran y salen médicos, asistentes, todos corriendo, con cara de cagazo, hablando boludeces, te cagás encima, o no? Nadie te explica que lo que pasa es que se pinchó un caño del baño de arriba y les llueve en el office de los médicos. VOS CREES QUE PASO LO PEOR, o no? "Estos turros me están mintiendo, pasa algo grave y no me quieren decir"
Estos “mensajes corporales” son extremadamente peligrosos.
Como sobreviviente del Corralito, del lado de los “malos” (recuerden que soy bancario), era particularmente siniestro el día en que los empleados nos descontrolábamos. La gente reacciona mal si -quien debe tener el control- lo pierde.
Si yo deambulaba por el salón con cara de “pelota dominada” (algo realmente difícil en mi caso, tengo menos fútbol que la Para Ti Decoración), la gente extrañamente se calmaba. Si les contestaba bien a un insulto, la gente se ponía de mi lado. Ahora bien, los primeros días, cuando entrabamos al Banco por sobre los vidrios rotos de la noche anterior, y teníamos cara de haber tomado sobredosis de rapilax, la gente SE ASUSTABA. “Estos saben algo” pensaban, cuando ya lo peor había pasado. Ya nos habían megaculeado, no quedaba nada por romperse.
Por eso, la experiencia me indica que uno debe transitar una crisis -de cualquier magnitud- como si nada sucediera, pues el miedo propio es contagioso. Más, cuando se supone que uno es el capitán del Barco.
No me imagino al Capitán del Titanic arrancándose los pelos y gritando como una loca en medio del naufragio. Me imagino que el tipo conservó la calma. Y probablemente por eso, hubo sobrevivientes.
Hemos vuelto a la normalidad, alabado sea el Señor!

(*) Merca no negociada: Entiéndese por decomisos reales, no los que los traficantes y la Policía acuerdan como "cuota periódica de decomiso" para mantener el precio, evitar que cierren la División Drogas Peligrosas por inoperantes y para sacarse competidores de encima. Hoy hubo uno de esos decomisos truchos acordados, en que la Policía secuestró unos 200 o 300 kilos de gofio...